CORREGIR ERRORES

En Chile se han cometido “errores”, tenemos grandes carencias y dificultades, negar esta situación es propio de cretinos oportunistas, el taparlo o simplemente el querer maquillarlo tambien lo es. El deber de la izquierda y sobre todo de la izquierda revolucionaria es discutir las fallas, única manera de posibilitar su corrección. Nunca se justifica ocultar los errores y los problemas, al contrario, es en época de adversidad cuando es imprescindible el reconocimiento de los traspiés, sólo conociendo los obstáculos se puede avanzar. Nos debemos ilustrar estudiando y discutiendo el pasado con una crítica profunda, con reconocimiento de las equivocaciones cometidas, ello nos hará cambiar el curso de la historia y posibilitar los cambios tan necesarios para ganar nuestra independencia.

Pero no es práctica sana ir discutiendo error por error, desacierto por desacierto, ese camino nos llevaría a un agotador e ineficaz esfuerzo. Lo correcto es ir al fondo, a los generadores de los errores y, up! nos encontraremos con sorpresas, que para algunos de nosotros no son tales. Luego de esto y corregidos los errores del pasado, los desaguisados disminuirán y la labor controladora y opresora del Estado Chileno se simplificará, sí, por que una sociedad conciente, con trabajadores concientes de ser tal y concientes de su explotación es un mar que mueve grandes olas y que debería llevar el cause de este por el camino correcto.

En Chile uno de los más importantes generadores de errores es la falta de una definición clara del problema electoral, por que este problema lleva inmerso la noción que tenga cada uno de propiedad. Explíco:

La forma de propiedad de los medios de producción sostiene una espiritualidad, una cultura, que le es propia, la sustenta y la perpetúa. Siendo así, sobre la forma de propiedad capitalista, nosocial de los medios de producción, no es posible instalar una espiritualidad, una cultura socialista. Al contrario, sobre la propiedad capitalista, sólo y necesariamente, se formará la conciencia egoísta del capitalismo. Ahora bien, únicamente, sobre la propiedad social de los medios de producción se podrá construir el Socialismo, la espiritualidad de la solidaridad, la cultura del amor.

El punto, que es de vital importancia, ha pasado por debajo de la mesa de la discusión, trayendo como consecuencia que se reproduzcan con fuerza esquemas de propiedad propios del capitalismo. Por supuesto, que la incoherencia, entre economía nosocial, capitalista, y el requerimiento de una conducta, una ética socialista, de la solidaridad, del amor, trae confusión, hipocresía, falsos valores y ojo falsos representantes de nuestros intereses. De allí que podemos decir que la mayoría de los problemas que confrontamos tienen su origen en esa incoherencia.

Si estimulamos la propiedad nosocial de los medios de producción, si prestigiamos a la empresa privada como eficaz y capaz de resolver los problemas sociales que ella misma generó, estaremos desinformando, confundiendo a los trabajadores, sembrando en la población la ética del egoísmo y, lo que es peor, expectativas egoístas, disolventes sociales. Y, de esa ética de la ganancia por encima de la vida y su dignidad, sólo surgirán conductas que nos enterrarán en la tumba del logro inmediato de sus entuertos egoístas de los golpistas y progolpistas como Frey y grandes masacradores de humanidad sociable, la sacrificarán en la hoguera de la ganancia inaplazable. Es necesario corregir nuestros errores. La historia de los pueblos está llena de iguales desatinos, y plena de los crueles resultados a que conducen.

¡¡Por el Socialismo siempre!!

¡¡No al chantaje eleccionario!!

¡¡No al mal menor!!