La lucha histórica entre capital y trabajo, se mantiene como la contradicción principal y se manifiesta en el enfrentamiento de los sectores explotados y empobrecidos del pueblo en contra de la fracción dominante de la burguesía apátrida (oligarquía financiera) y en de las fuerzas políticas que cogobiernan -- Concertación y Alianza por Chile -- que van imponiendo el neoliberalismo deshumanizado y la transnacionalización forzada, disfrazada de integración.

Cuando se pregunten porqué cada día nuestros sueldos valen menos, reflexionen si solo la derecha fue la que le hizo daño a este país o tambien una pseudoiquierda que está tomando medidas para perpetuar una nación subdesarrollada, ignorante y excluyente.

Tanto Alianza como Concertación representan el mismo sistema Capitalista, distinto discurso para mantener la explotación, los capitales privados y la deshumanización del ser humano.

De seguir así, avanzaremos a paso firme para volver a la esclavitud..

Estas son las patrullas de reacción contra encapuchados.

Estas son las patrullas de reacción contra encapuchados.
Estas son las patrullas de reacción contra encapuchados. Patrullas de no más de cinco funcionarios que se desplazan en las pisaderas de vehículos livianos y que efectuarán detenciones selectivas relámpago contra violentitas encapuchados, son Dispositivos de Intervención Rápida (DIR) contra disturbios. Los funcionarios viajan en carros que se desplazan mucho más rápido que un bus, por ejemplo, y van en sus costados para que desciendan y procedan en el tiempo más corto posible. El objetivo es neutralizar en el acto a los compañeros más radicalizados dentro de una protesta. De esta manera se corta ahí cualquier retroalimentación para que otros compañeritos rebeldes y dignos actúen.

Cuando un pueblo ha estado sometido durante siglos a la explotación, a la dominación, se construyen y se hacen hegemónicos en su interior la ideología, los valores, las costumbres que hacen posible, que justifican esa explotación. De allí que para hacer Revolución no basta salir de los oligarcas, a la par hay que vencer a la espiritualidad que los hizo posible. (llámese sometimiento, conciliaciones, acuerdos, pactos...Reformismo )

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Territorios de definición.

La realidad se impone objetivamente y la discusión se torna inevitable en el campo político. Los planteamientos de los candidatos no dan una vez más muestras de “Ideas” sin contenido alguno y las medidas que de ellos se desprenden en materia de seguridad, hacen impostergable por parte de la izquierda el tomar decisiones. El territorio de las ambigüedades se va estrechando y debemos ser reflexivos al respecto.

Los diferentes componentes en el campo de la política se ven forzados a entrar en territorios de definición.


Sin embargo, a pesar de las claras luces de la demagogia política, todavía hay mucha confusión y profusión de términos sin contenido. Ahora en la “izquierda” todos son socialistas, pero pocos precisan con rigor qué significa eso. Sus definiciones “socialistas” difieren poco de los postulados capitalistas, se podrían intercambiar, son semejantes, sólo varían en la palabra socialista, que usan y abusan como una suerte de disfraz.


Las preguntas que surgen son:


¿Cuál es el Socialismo auténtico? ¿Cómo guiarnos en esta ciénaga de imprecisiones y camuflajes?


Lo primero es entender que el Socialismo es un sistema social que supera al capitalismo. De allí que no se puede ser socialista sin ser anticapitalista
. Quién pretenda ser capitalista y socialista simultáneamente, es un engañado o un engañador, un iluso o un pícaro.

Son sistemas incompatibles, aunque en determinadas circunstancias, en alguna parte del camino, pareciera que conviven. En realidad siempre entre ellos se escenifica una feroz lucha de enemigos irreconciliables. Y es la posición que se tome en esta lucha, lo que nos define como socialistas o como capitalistas.


Entonces, no se concibe un socialista que simultáneamente sea capitalista, así como no se concibe un socialista que no sea antiimperialista, anticapitalista e internacionalista..


Pero, aún nos falta precisión
¿Qué es lo que define al Socialismo?

El Socialismo, para ser Socialismo auténtico, debe tener como fin último la integración de la sociedad que ha sido fragmentada por el capitalismo y el rescate de la conciencia del deber social, todo fundamentado en la propiedad social de los medios de producción. No hay atajos, sobre esa estructura básica caben todas las variaciones, fuera de esa estructura el Socialismo se desdibuja, se diluye hasta transformarse en sarcasmo.

Hoy en Chile tenemos objetivamente razones de sobra para querer cambiar las cosas, nunca se es demasiado tarde ni demasiado temprano para comenzar la guerra contra el neoliberalismo, siempre está la oportunidad de emprender el camino hacia el Socialismo auténtico. Y estas oportunidades vienen siempre aparejadas de una suerte de inventivas distraccionistas, maquilladoras, deformadoras, que tienen como finalidad extraviarnos del camino y fortalecer el poder de unos pocos que oprimen a muchos. Guiados siempre por un interés personal y no social.


El Socialismo falsificado se conoce porque se nombra socialista y su práctica es capitalista.
Se dice socialista, no obstante propone medidas capitalistas, teme a la propiedad social y a la conciencia social, y la escamotea.

Cuando nos disponemos a recuperar espacios y derechos sociales y logramos poner en una encrucijada a los políticos, siempre salen los oportunista -- Esos que han estado siempre ostentando el poder político -- para ponerse de parte nuestra con una supuesta defensa de nuestros derechos, dispuestos siempre (bajo su discurso) a defendernos aunque de inmediato lo condicionan. Presurosos proponen formas disfrazadas de derechos que terminan siendo siempre base material del capitalismo.


Siempre están atentos para falsificar al Socialismo, para sabotear el camino. Por supuesto, en esta guerra sutil, si nos ponemos de acuerdo saldrán derrotados.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Teoría y Práctica.


En una sociedad de clases como la nuestra, las actitudes y las ideas de todas las personas llevan un sello de clase. En la última instancia este sello puede ser el de la clase burguesa, que es la clase del capital, la clase de los ricos, o puede ser el sello de la clase proletaria, que es la clase de los trabajadores, de los pobres, la del pueblo.

Todos los que queremos transformar nuestro país, los que queremos ser revolucionarios, tenemos que quitarnos nuestras actitudes o ideas burguesas y aprender las actitudes e ideas proletarias.

Lo más importante para acabar con las actitudes y las ideas burguesas es eliminar el concepto de lo privado, lo individual, el egoísmo. El que es verdaderamente proletario lucha por hacer todas las cosas en favor de los demás, preocupándose más por los demás que por sí mismo, dedicándose íntegramente al pueblo, a servirlo de corazón.

En cualquier momento o lugar, ante cualquier asunto, debe sostenerse una lucha contra el concepto de lo privado existente en nuestra mente, combatir contra el egoísmo propio. Si no se aniquila el concepto de lo privado, no se podrá establecer el concepto de lo público, del desinterés absoluto y el abandono de la menor preocupación de sí mismo.


Para lograr lo anterior lo fundamental es ligarse a las masas y convivir con el pueblo en sus luchas, pero también hay que estudiar la teoría revolucionaria que no es más que el producto de las luchas que ha sostenido el proletariado por su liberación en todo el mundo.


Es decir, si uno no está integrado con las luchas populares, el estudio concienzudo de la teoría revolucionaria, constituyen un arma poderosa para lograr adoptar las ideas y actitudes proletarias. Claro, si uno está alejado del pueblo y de sus luchas, no hay lectura en el mundo que sea capaz de ayudarnos a adoptar una actitud proletaria en nuestra vida.


Debemos servir total y sinceramente al pueblo, practicar el desinterés más absoluto sin la menor preocupación de nosotros mismos, fundirnos con el pueblo, ser resueltos, no temer a ningún sacrificio y superar todas las dificultades para alcanzar la victoria, ser responsables, perseverar en la verdad y corregir los errores, atreverse siempre a luchar y a saber que a la larga los enemigos del pueblo serán vencidos por el pueblo, ya que este es el factor decisivo de la historia.


Es fácil leer, escribir y comprender la actitud que debería tener un verdadero revolucionario; sin embargo no es fácil aplicarlo o practicar lo aprendido. Para aprender bien debemos combinar estrechamente lo estudiado con la práctica diaria, debemos hacer los mayores esfuerzos para aplicar lo estudiado de manera viva, para que aquello leído, no se transforme en letra muerta.



La práctica sin teoría no sirve, y la teoría sin práctica sirve menos.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Encontrar y plantear el sistema de contradicciones que define una situación


No hay cosa, fenómeno o planteamiento en donde no exista una contradicción entre dos elementos, la contradicción es la causa básica del desarrollo de las cosas

Cada cosa o fenómeno tiene una seria de características que lo define como algo diferente a otra cosa. Ese carácter particular de la cosa o fenómeno es lo que hace que sus contradicciones sean particulares. La contradicción particular es, por lo tanto, lo que hace que podamos conocer una cosa o fenómeno diferenciándolo de otros, es lo que lo identifica. Siempre deberemos, por lo tanto, buscar las contradicciones particulares de la situación que queremos conocer.


Cada contradicción está formada por dos aspectos que luchan entre sí, que son puestas. Por lo tanto para conocer una determinada cosa o fenómeno es necesario estudiar los dos aspectos de la contradicción, así como sus relaciones y conexiones. Nunca se logrará por completo, pero la necesidad de conocer todos los aspectos de un fenómeno es una garantía contra los errores.


Sin embargo no basta con indicar una sola contradicción particular, cuando se trata de estudiar o investigar una situación concreta. Cualquier situación real consta de varias contradicciones, articuladas y relacionadas de manera especial, que hacen que se vea equivocado intentar explicar o definir esa situación de manera correcta, planteando solo una o dos contradicciones. Por esta razón se trata de un sistema de contradicciones que no solamente mencione las más significativas de entre ellas, si no que explique sus interrelaciones, sus conexiones o su importancia dentro de dicha situación concreta.


Es decir, como cada sistema de contradicciones y , dentro de él, cada aspecto de cada contradicción es necesario conocer a fondo:


a) La posición de cada aspecto y cada contradicción ocupan dentro del sistema;


b) La forma en que se relacionan y oponen cada aspecto y cada contradicción;


c) Las formas concretas de lucha con su contrario en cada momento.


Para llenar estos requisitos es necesario partir de las condiciones concretas inherentes a todos los movimientos, a todas las cosas, para encontrar las contradicciones concretas, el papel concreto de cada aspecto y sus interrelaciones concretas. Es decir, es necesario hacer un análisis concreto de una situación concreta


Al no estudiar las características específicas, particulares de cada contradicción y de cada uno de sus aspectos, se cae en la unilateralidad o en la superficialidad. La unilateralidad no estudia las cosas concretamente. La superficialidad se manifiesta cuando no se conocen las características de la contradicción y no se penetra profundamente o no se estudia minuciosa y sistemáticamente.


Es necesario por tanto, conocer la posición que cada aspecto y cada contradicción ocupa dentro de un sistema para poder actuar sobre un proceso y modificarlo. Es necesario, por lo tanto, cual es la contradicción que desempeña el papel decisivo y dirigente de entre todas las contradicciones existentes en ese proceso.

Esa será la única Contradicción principal y su existencia o desarrollo determinará o influenciará la existencia o desarrollo de las demás contradicciones existentes en ese mismo proceso, que se llaman secundarias

Se deberá actuar, por lo tanto, sobre la contradicción principal de un proceso, si es que se desea modificarlo o transformarlo.


Los aspectos de una contradicción luchan entre si de diferente manera durante el desarrollo de ella, por lo tanto los métodos que se deben aplicar para resolverlo tambien van variando según el tipo de lucha que sostengan los aspectos en cada momento diferente. además, cada contradicción cualitativamente diferente debe ser resuelta por métodos cualitativamente diferentes, y en ningún caso se deberá aplicar el mismo esquema a toda contradicción y en todo momento.


Una de las formas particulares de lucha entre los aspectos que se presenta en determinado momento del desarrollo de una contradicción, es el antagonismo. Este es un choque franco y abierto entre enemigos que por lo general resuelve viejas contradicciones y crea nuevas. Sin embargo, hay otras formas de lucha no antagónicas que resuelven mediante la discusión, las contradicciones que se presentan entre amigos.

Para poder organizar, hace falta conocer


El grado de actividad y compromiso político de un brigadista revolucionario (Ya sea obrero, campesino, empleado, maestro o estudiante) está dado por la medida en que se integre con las masas y haga con ellas política popular, es decir, convierta una política revolucionaria en acción de masas.

Esta necesaria integración con el pueblo no es inmediata, no mucho menos puede estar basado en un conocimiento superfluo o parcial de él y de las condiciones específicas que lo rodean. En otras palabras, para integrarse adecuadamente con el pueblo y para actuar popularmente en la política se necesita conocer todas las condiciones reales del lugar o sector donde se quiera trabajar. Esto solo se logra investigando dichas condiciones.
Nunca nadie debe actuar a ciegas: todos debemos investigar un problema antes de abordarlo . La investigación de la realidad es especialmente importante.

El objetivo es el conocimiento de las condiciones objetivas y subjetivas de un lugar determinado ; lo que implica conocer a las masas en todos sus aspectos.

Saber condición política, económica e ideológica de las diversas clases sociales, sus intereses históricos y sus intereses inmediatos, sus pensamientos, necesidades y aspiraciones y, sin falsear idealizaciones, conocer sus grados de conciencia y la intensidad y la forma de influencia de las ideologías dominantes.
Como la realidad esta en constante movimiento las observaciones deben ser también constantes o por lo menos periódicas para poder mantenerse al corriente de los cambios en las condiciones reales.

Por otra parte si se desea estar verdaderamente integrado a las masas habrá que hablar el lenguaje de ellas ; y esto se logra, entre otras cosas, mediante un constante intercambio de opiniones e información, mediante consultas periódicas a la base sobre lo que no se comprenda o no se conozca, es decir siendo alumno de las clases populares antes que maestro.

Discutamos lo importante.


“Nos han dominado más por el engaño que por la fuerza”. La dominación es el arte del engaño, toda la dominación descansa en “hacernos creer”.
Nos hacen creer que el mundo es como es, y que no se puede cambiar. Que las luchas revolucionarias son veleidades de muchachos. Que no luchar es sensatez. Que las batallas están desligadas.
Que la solución a las contrariedades de un barrio, un liceo, un hospital, que la delincuencia, no tienen relación con la gestión del gobierno,. Que cada asunto nace y muere en su ámbito, que no influye, ni es influido.

Aplican el perdón y olvido, pensiones asistenciales, de exonerados políticos. Vivir en Paz para este gobierno significa recibe tu incentivo y olvida el pasado.
Nos hacen creer que lo subalterno es lo principal, y así evitan que discutamos los asuntos trascendentes.
Que si el cambio del binominal, LEGE, AUGE y así sumamos y sumamos distracciones. Un pueblo tiene la grandeza de los temas que discute, y de la forma como los discute. Un pueblo culto, grande, analiza su entorno, su inmediatez, desde la grandeza de lo universal. No sacrifica la estrategia por lo táctico. Más aprecia las soluciones de las causas, que los paliativos a los efectos, prima un cambio de estructuras. No se deja confundir con “pan para hoy, hambre para mañana”.

La izquierda chilena tiene una causa pendiente y es la batalla ideológica, el destino de un país se decide desde las trincheras de ideas. De allí la importancia de los temas que se discuten, debemos debatir lo fundamental, aturdirse con temas subalternos es poner en peligro el futuro del país.

Hoy gran parte de la izquierda se plantea el tema eleccionario y la participación en ellas para captar cuotas de poder

¿Pero, es un problema principal, o es en este momento un distractor?

El tema palidece frente a la importancia que tiene una discusión política de fondo entre la izquierda, la imperante necesidad de un partido revolucionario, educar y crear poder popular entorno a un proyecto único de izquierda (pero esta izquierda con apellido -- Revolucionaria) hoy los grandes problemas de la clase trabajadora no se resuelven en las urnas de votaciones y la construcción de un partido o fuerza revolucionaria tampoco. Esto, no por que las elecciones no puedan ser un medio viable de construcción, mas bien por que no hay una real alternativa de izquierda que represente esas ideas y mucho menos a la clase.

Hoy los candidatos hablan de reformas económicas, reformas a la constitución, nadie plantea cambio del sistema capitalista a uno socialista, esta no se discute , dando por sentadas modificaciones que nos conducirían a más capitalismo, y nunca al Socialismo.

Absurdo pensar para la izquierda real, que el tema eleccionario, es más importante que la marcha de construcción de un partido revolucionario, que la formación de vanguardia que son las que finalmente marcarán el destino del país.

No hay razón para posponer esa discusión y abocarnos a debatir cuál es la tactica que nos conducirá al Socialismo, cuáles serán los cambios que nos hacen avanzar, y cuáles los cambios que nos hacen retroceder, las consecuencias de las concesiones al capitalismo.

De esta argumentación saldrá fortalecida la izquierda, y las elecciones , ahí si, podrá ser protagonista.

¡Discutamos lo importante, lo demás puede esperar!

lunes, 7 de septiembre de 2009

Hablemos de Revolución y Armas?

Una revolución democrática burguesa, no es revolución, esa ni las hace ni representa al pueblo, no defiende intereses de clase de los trabajadores, la lucha es clasista y en esa lucha el rico jamás entregará la billetera sin defenderla, pasando antes por la iglesia para golpearse tres veces el pecho “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa” además por que el cuero lo tienen duro y no lo sienten.

En la historia, está demostrado que jamás se a hecho una revolución realmente socialista y si me equivoco nómbrenme alguna (Que sea real y no haya fracasada cuando el reformismo metió la cola).Eso le pasó a URSS, China, Nicaragua.

Las revoluciones que cambian la sociedad burguesa por una socialista, nunca serán tal, si no triunfan por una insurrección popular que indudablemente no será desarmada y si posteriormente esta revolución es verdadera, tendrá que ser defendida también por las armas si es necesario, pues las ideas no sirven cuando si el enemigo tiene una ametralladora en mano.

Cuando la política fracása las soluciones pueden ser las armas, pero cuando se trata de una insurrección de una clase para liberarse de otra clase opresora siempre será armada, tanto es así que el actual gobierno de las burguesías del mundo nació de una sangrienta revolución que desplazó al feudalismo y a la nobleza. La “Revolución Francesa”

Por que al hablar de Revolución se habla de cambiar totalmente el poder de clase que gobierna y la sociedad que se deriva de ese poder. Lo demás que muchas veces se denomina Revolución ,no es otra cosa que maquillajes, pero no cambia de manos el poder, a lo más podrán ser EVOLUCIONES, pero REVOLUCIONES no serán JAMÁS.

Quien desconozca esto podría no leer un texto político si no a Darwin, que demuestra que la revolución es la evolución a saltos revolucionarios violentos que cambian totalmente lo existente

En definitiva si queremos dar el salto revolucionario con el reformismo en el saco, no gritemos ¡¡ NO PASARAN!! Por que nos pasaran una y mil veces


¡Si se meten con el pueblo, conocerán la fuerza del Huracán Popular!

¡El Socialismo no se detiene, no hay pacto!


Ylich Zahíri

sábado, 5 de septiembre de 2009

El pueblo de Allende puede cumplirlo


Quizás, sólo quizás, no estemos comprendiendo la responsabilidad que como sociedad tenemos con el resto de la Humanidad. Quizás sea por conformismo, por la alienacion, o por cualquier otra causa, pero parece, sólo parece, que no entendemos la misión que nos toca en estos tiempos.

Tenemos tanto trabajo por hacer, tanto camino que recorrer que quedarnos estancados es un suicidio humano, no es exagerado decirlo: “superar al Capitalismo o la Humanidad perece”. De que otra forma podría ser, cuando el capitalismo se manifiesta de tantas formas, no se trata solo de la explotación del hombre por el hombre, ni la brecha económica que divide a la sociedad en clases sociales. Somos ciudadanos divididos en categorías, algunos con más derecho a reír que otros y es que alcanzar la igualdad se ha transformado en un sueño difícil de alcanzar.

En el sistema capitalista todo tiene su precio, si hablamos de requerimientos materiales el precio es económico, si hablamos de requerimientos espirituales y esenciales, el costo es mucho mas alto por que se cobran en vidas humanas. (La represión, la negación de libertad y el sometimiento de una clase a otra no es otra cosa que medios de los que se vale el sistema para seguir manteniéndose en píe)

En el mundo y en particular América Latina a dado muestra de valentía y conciencia, Venezuela, Bolivia entre otros países nos han dado ejemplo de aquello. Chile también tiene las condiciones para ser ese pueblo, de ser ejemplo, de ser asombro. Es en el seno poblacional donde encontramos el coraje para enfrentar el reto, con una conexión amorosa entre todos, que nos permitirá convocarnos a tomar el cielo por asalto, una sociedad heredera de tanta represión no puede pensar en otra cosa que en su propia liberación, si no se ve a sí, es por que algo falla, en algo estamos fallando.


Estamos en un momento propicio para el ejemplo urgente, tenemos las condiciones para fracturar los siglos de acomodo. No hay dudas, el destino de la Humanidad, la ruptura ejemplar con el Capitalismo, está en nuestras manos. De lo que hagamos depende el rumbo de nosotros mismos. Si tenemos éxito podremos construir un mundo viable, feliz, posible. De lo contrario no habremos cumplido con nuestro deber y seguiremos nuestro funesto camino hacia el ocaso, mientras otros pueblos del mundo seguirán buscando en el cielo una estrella que los guíe.

Mientras en Chile los “revolucionarios” seguirán discutiendo, abobados, la posibilidad de superar al Capitalismo o convivir con él.

Nuestro deber no es por si, también es para si, es construir esa estrella y esa flor, Construir el SOCIALISMO. No podemos conformarnos con menos. Si un día un revolucionario en alguna parte recóndita del planeta, escribe en una pared “sigamos el ejemplo Chile”, si un día en una reunión de jóvenes revolucionarios, en algún país del norte, se argumenta que un mundo mejor es posible porque Chile lo demostró, si un día se nos respeta en el mundo como el pueblo que construyó el territorio y las condiciones para la formación del hombre nuevo, ese día podemos decir, sin temor a equivocarnos, que cumplimos nuestro deber con la Humanidad.

Ese es el reto. El pueblo de Allende puede cumplirlo. Complacernos con menos sería un crimen.

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