La lucha histórica entre capital y trabajo, se mantiene como la contradicción principal y se manifiesta en el enfrentamiento de los sectores explotados y empobrecidos del pueblo en contra de la fracción dominante de la burguesía apátrida (oligarquía financiera) y en de las fuerzas políticas que cogobiernan -- Concertación y Alianza por Chile -- que van imponiendo el neoliberalismo deshumanizado y la transnacionalización forzada, disfrazada de integración.

Cuando se pregunten porqué cada día nuestros sueldos valen menos, reflexionen si solo la derecha fue la que le hizo daño a este país o tambien una pseudoiquierda que está tomando medidas para perpetuar una nación subdesarrollada, ignorante y excluyente.

Tanto Alianza como Concertación representan el mismo sistema Capitalista, distinto discurso para mantener la explotación, los capitales privados y la deshumanización del ser humano.

De seguir así, avanzaremos a paso firme para volver a la esclavitud..

Estas son las patrullas de reacción contra encapuchados.

Estas son las patrullas de reacción contra encapuchados.
Estas son las patrullas de reacción contra encapuchados. Patrullas de no más de cinco funcionarios que se desplazan en las pisaderas de vehículos livianos y que efectuarán detenciones selectivas relámpago contra violentitas encapuchados, son Dispositivos de Intervención Rápida (DIR) contra disturbios. Los funcionarios viajan en carros que se desplazan mucho más rápido que un bus, por ejemplo, y van en sus costados para que desciendan y procedan en el tiempo más corto posible. El objetivo es neutralizar en el acto a los compañeros más radicalizados dentro de una protesta. De esta manera se corta ahí cualquier retroalimentación para que otros compañeritos rebeldes y dignos actúen.

Cuando un pueblo ha estado sometido durante siglos a la explotación, a la dominación, se construyen y se hacen hegemónicos en su interior la ideología, los valores, las costumbres que hacen posible, que justifican esa explotación. De allí que para hacer Revolución no basta salir de los oligarcas, a la par hay que vencer a la espiritualidad que los hizo posible. (llámese sometimiento, conciliaciones, acuerdos, pactos...Reformismo )

lunes, 2 de noviembre de 2009

Versos para la revolución de Octubre

I
Hace algún tiempo, excitado por la proximidad de aniversario de la revolución rusa, empecé a escribir unos versos que habrían podido llevar el título de “canción para la Revolución de Octubre”. Quizá, en lugar de versos, habría podido escribir una prosa cualquiera, pero sucede que a medida que transcurren los años, y más y más en cada aniversario, la revolución rusa va tomando, para mí, una significación menor real y cada vez más ideal. El hecho mismo de la revolución, desprendiéndose de lo que la rodeó y la sigue rodeando, va convirtiéndose – siempre para mí – en algo puramente emocional; digamos, por ejemplo, una imagen o sensación cuyo recuerdo o presencia despierta para mí, menos ideas o reflexiones, ardientes sentimientos de amor hacia la criatura humana, sentimientos que, dado mi carácter, no podría expresar de otro modo que poéticamente.
Después de algunas horas de trabajo logré terminar lo que habría podido llegar a ser la primera parte, de aquel poema y que transcribo aquí:

II

Sobre el lodo y la nieve, entre periódicos y piojos,

barbas mojadas y píes húmedos,
por encima del Neva y las piedras de Petersburgo;
desconocida e inesperada,
como una flor del Ártico, de deslumbrante blancura,
manchada, sin embargo, de fuegos y de lamentos;
a través de la clara y sombría tierra rusa,
saltando de río en río
desde el lejano Ieniesei y Lento Volga
hasta el ensangrentado Dnieper y el taciturno Ob;
empujada por rotos pechos y ateridas manos
tenblorosas mandíbulas y vacilantes piernas
llegaste;
traída de la mano por mugrientos calderos
y espigados marineros del Báltico;
indefensa y desnuda,
sin claro nombre ni destino cierto,
con rostro asiático y corazón de universal trigo;
sobre el lodo y la nieve, entre periódicos y piojos;
barbas mojadas y píes húmedos,
por encima del Neva y las piedras de Petresburgo


III

Hasta aquí llegué. Inútilmente, durante muchos días y noches, esperé y aun traté de que surgiera la imagen, la frase o siquiera la palabra que me permitiera continuar o concluir ese poema: nada.
Hacia donde me volvía, hacia donde llamaba, allí donde tocaba, sólo sentía algo sin posibilidades de poesía ni de sentimiento, imposible de descomponer e imposible de idealizar. Desconsolado, hube de reconocer que la revolución rusa no me daría ya más de lo que me había dado y que lo demás, es decir, lo que sobre ella se ha ido acumulando no solamente parecía no tener nada que ver conmigo como poeta, sino que, peor aún, parecía que tampoco tenía nada que ver con la revolución misma.
Con esa convicción di por terminado, por fracasado, mejor dicho, mi poema.

IV

No quedé conforme; sin embargo, un poeta, por poco que se respete, no acepta así un fracaso, sobre todo si está convencido de que ese fracaso no se debe a sus recursos literarios, a su sensibilidad o a su capacidad de trabajo. Traté, pues, para la tranquilidad de mi conciencia, aclarar el asunto. He aquí lo que saqué en limpio:
En la revolución rusa existen dos realidades: una anterior y otra posterior. La primera abstracta, de puro carácter emocional, no puede ser tratada sino de modo poético, o sea, con palabras que expresen sentimientos. La segunda, concreta, puede ser tratada de cualquier modo y con cualesquiera palabra y su existencia puede ser narrada, historiada, analizada o criticada. Nada de eso puede hacerse con la primera: se la siente o no y su existencia depende de esa condición. en el hecho, para millares de personas no existe. La segunda existe de todos modos, se la siente o no. La primera, es en relación con las doctrinas socialistas, auténtica; y en relación con ese mismo espíritu, la segunda es falsa: en ella la salvación de hombre, causa primera y primera razón del socialismo, ha sido sustituida por la salvación del estado, es decir, el espíritu ha sido desvirtuado. Entre ambas realidades existe la diferencia que existe entre una religión cualquiera y si iglesia: la primera es la fuente; la segunda, su capitalización.

V

Al llegar a este punto sentí un pequeño sobresalto: ¿no estaría yendo demasiado lejos? Pero no, no estaba yendo demasiado lejos y allí estaban los poetas de todos los tiempos, dándome la razón: ninguno de los que han tenido o tienen un mística cualquiera ha cantado jamás la segunda realidad. Recurrí, apresuradamente, a una antología religiosa española: allí estaban los poetas, en filas cerradas, cantando como leones o como rui señores la realidad primera, sin dedicar ni siquiera una mala imagen a la segunda.

VI

Hubiese podido, es cierto, escribir otros cantos, dedicados, por ejemplo a Lenin y a Trotsky; incluso hubiera podido dedicar uno a Stalin. Pero Totsky había sido asesinado por la segunda realidad y Lenin había sido desvirtuado por ella: su famosa frase, llena de poesía: “Si la realidad no está de acuerdo con la teoría, tanto peor para la realidad” , había sido invertida por los hombres de la segunda realidad: “si la teoría no está de acuerdo con la realidad, tanto peor para la teoría”. En cuanto a Stalin, se había desfigurado a sí mismo.

VII

La culpa, pues, no era mía. Tranquilizado, me lave las manos y escribí este articulo en prosa.



Manuel Rojas

1 comentario:

Anónimo dijo...

chinguen a su madre malditos... ponganse a trabajar perros. nada mas puro cuento y no hacen nada pendejos¡¡¡¡¡

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