Crear, educar, concientizar con ejemplo parece ser la tarea de la izquierda, pero cuando los intereses que están en juego son egoístas y responden más a ansias personales que plurales suceden quiebres, fragmentaciones, divisiones que nos encallejonan y nos debatimos en las ciénagas de los desencuentros. Todas estas contradicciones de intereses entre las distintas izquierdas se acentúan en épocas de elecciones y aquello resulta lógico, puesto que es en este acto y sus resultados finales donde todos ponen su atención.
Tenemos vicios que superar sin duda y muchas mañas que erradicar, hacer un analisis, buscar las causas para luego superarlas, esta claro que es una enorme tarea, es un trabajo colectivo pero por sobre todo personal. Quizás sea bueno para comenzar planearnos que es la izquierda para cada uno, que es ser de izquierda, con que ideología política nos sentimos representados o que objetivo es lo que perseguimos como clase trabajadora. Son muchas las interrogantes y ya es momento de ir en busca de respuestas.
No es opción ser el único portador de la verdad, sin embargo, la situación actual exige tener claridad al menos respecto de quienes son los enemigos, de ello dependerá la actitud a tomar frente a las constantes amenazas que se ve expuesta no solo la izquierda, si no, la lucha de clase en general. Las actitudes frente al problema pueden ser muchas, pero, estamos todos coincidentes en que las desviaciones políticas es un problema que debemos resolver antes de que el mal ejemplo cunda.
Cuando pensamos en el estado en que se encuentran las cosas sin duda encontramos razones, culpables y victimas. Muchos hablan de las deformación de los ideales, sin embargo, sostengo que cuando los ideales se tienen bien arraigados estos son incorrompibles e indeformables.
Tenemos claramente un problema en el seno de la izquierda y cuando hablo de izquierda no solo me refiero a los dirigentes, si no, también a la base, aquella que siempre se ha interesado en política, ha participado de ella en diferentes frentes y tiene una ideología y postura clara respecto a ella. Tenemos también el problema en la sociedad, esta se encuentra en la base del pueblo organizado bajo la estructura como ente receptor de las políticas de Estado, pero, no participantes activos de la política partidista y organizativa.
Diferentes actores sociales pero bajo un mismo sistema político.
Abordar el asunto político y la falta de ideas claras en su base es un tema difícil y complejo, siempre serán abordadas desde una idea antepuesta ideológicamente lo que nos hace presumir intenciones y razones, lo cierto es que tenemos anomalías y muchos vicios que van deformando conceptos y realidades.
Veamos:
Hoy se hace evidente que los discursos demagógicos forman parte de una realidad innegable, por otro lado la farsa democracia electorera es cultivo para el nacimiento de nuevos “lideres”, cuyo objetivo es mantenerse vigentes en el escenario político proponiendo nuevas alternativas estabilizadoras, pero dentro de un sistema capitalista único. Avalar esa mala forma de hacer política, el callar la denuncia, nos hace cómplices y alentamos a los politiqueros a seguir con sus malas artes de engañar. Detrás de cada actuación política que realizamos existe un cúmulo de mensajes, de esa forma le damos legitimidad o desapruebo a muchas cosas. Recordemos que el acto cívico no es un simple trámite, es un acto transportador de ideas, de pareceres, que pueden cambiar los destinos de nuestro país.
El tener las cosas claras y actuar con responsabilidad en los pocos espacios que tenemos de participación hace la diferencia, o te revelas contra el sistema de la forma que consideres correcta o participas en forma alienante en él, dando así curso progresivo al problema.
Ante la represión diaria disfrazado con distintos ropajes, el descontento y desaprobación popular de la política gubernamental, debemos ser claros y firmes. Cada vez las leyes son más atentatorias contra nuestro de derecho de expresión y circulación, ya no se trata solo de movilizar nuestro cuerpo, si no, también la movilidad de nuestras ideas. La creación de nuevas leyes y la modificación de otras tantas atentatorias contra nuestra libertad nos van cercenando el camino. Son verdaderos misiles que nos impiden avanzar al logro de nuestras metas.
El uso de la desinformación y la utilización de la delincuencia han sido una constante para justificar los abusos autoritarios de la que somos fácil presa los ciudadanos. Pero es deber de cada uno informarse, es su deber y el mío y de todos los que queremos un cambio real...En este sentido hemos dado muy mal ejemplo a los demás países del continente, mientras en otras latitudes crecen y florecen focos de rebeldía, en chile tenemos una población dormida...Hay que despertarla!!
La reflexión puede llegar a ser un arma importante para la formación de una conciencia clasista y con ello para la formación, crecimiento y fortalecimiento de una izquierda que ha sido descuartizada, humillada y gerenciada.
Todos expresamos estar cansados de la politiquería y de sus embustes sin embargo muchos caen el juego y perpetúan así la engañosa y mentirosa forma de hacer política y es que resulta fácil prometer pero muy difícil cumplir...
Los slogan y consignas forman parte impórtate del juego mediático de los candidatos, es una inversión que resulta muy económico sobre todo cuando hay miles de incautos que en forma inconsciente hacen eco de las mentiras de la cual son presa, como si fueran portavoces de la ultima receta descubierta para cambiar el curso de lo institucionalmente establecido...firmado y timbrado por quienes a ultima hora desconocen dicha firma y timbre.
Esto mismo se repite en otros ámbitos ya más partidistas, muchos de los partidos políticos han adoptado esta misma forma de hacer política, aplican la manipulación y la demagogia dentro de su propia casa. Así repiten los mismos comportamientos, las mismas conductas, le dan valor agregado a las jerarquías políticas impuestas por las cúpulas, así crecen los antivalores en desmedro de la democracia interna y es que estos vicios han calado hondo, tal como el Estado se torna supremo y dictatorial en sus leyes (Aunque muchas veces se vulneren por ellos sin derecho a pataleo por la población) también lo ha sido practica frecuente en los partidos políticos, las cúpulas parecen olvidar que ellos son ejecutores del mandato de la mayoría y lo peor es que la mayoría que es donde radica el poder también lo ha olvidado..Así nos dejamos inexorablemente guiar por el tráfico del poder, el clientismo y el arreglismo, (que siempre favorecen a unos pocos que suelen ser los padres de las ideas).
En resumen, el mismo sistema de valores y antivalores permanece, y así se manifiesta y se perpetua a vista de todos. Cuando nos resistimos a cambiar lo importante y buscamos excusas similares a la de las cúpulas, mandatarios o dirigentes para no hacer los cambios profundos, es también el vicio que desde el fondo de nuestra conciencia dirige nuestra conducta. Seremos entonces de los mismos politiqueros que tanto criticamos. Cuando nos conformamos con hacer solamente lo que nos dicten los otros y no nuestras conciencias y detenemos así la marcha del avance, evidentemente estamos siendo gobernados por la cobardía.
Los revolucionarios, sobre todo los dirigentes, deben cambiar por dentro y por fuera. Los reales cambios se fundamentan en romper con las cadenas que nos han dominado todos estos años en base a una falsa democracia. Sólo así podemos tomar las medidas correctas para hacer posible otro mundo, con una realidad igualitaria y participativa y no una mera inclusión al poder excluyendo a la mayoría.
En el juego Eleccionario.
Si la derecha y la concertación actualmente sin ser iguales representan el mismo modelo económico, capitalista, explotador y deshumanizado, entonces claramente ambos atentan contra nuestros intereses, Por que hacerse parte del mal y ayudar a perpetuar a las autoridades que serán elegidas por los que están por este sistema neoliberal. Votar por ellos entonces es fomentar la política de la mentira y la demagogia, con la actitud participativa en su show mediático enviamos claramente el mensaje que el cuento que nos inventaron de democracia y participación se los creímos y es más, nos gusta, los votamos sin resistencia alguna, sin chillar siquiera.
El trabajo de conciencia en las masas se hace en las calles, en los sindicatos en nuestros trabajos. Si se es realmente revolucionario y deseamos una sociedad sin clases podemos usar las elecciones como medio táctico, eso siempre y cuando tengamos un representante de nuestra clase, de lo contrario estaremos atentando contra los principios fundamentales del socialismo, seria contra revolucionario y una táctica muy equivocada.
Con una Concertación en el gobierno o una Derecha, nunca haremos la toma del poder, nos acallaran y nos aplastaran tal cual lo hicieron en dictadura pero ahora disfrazado de democracia legitimado por el voto de unos cuantos.
La dignidad, la libertad y nuestro futuro no tienen precio, son invaluables...No los hipotequemos, no es algo que puedas tranzar como un valor o una especie más que se ponen a la venta en el mercado.
La conciencia, es la peor arma de juzgamiento que tenemos (para el que la tiene….Claro).
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